“Prefiero equivocarme creyendo en un Dios que no existe, que equivocarme no creyendo en un Dios que existe. Porque si después no hay nada, evidentemente nunca lo sabré, cuando me hunda en la nada eterna; pero si hay algo, si hay Alguien, tendré que dar cuenta de mi actitud de rechazo”Blas Pascal

jueves, 10 de mayo de 2012



CARTA AL CONSEJO GENERAL DE LA FRATERNIDAD SAN PIO X


7 de abril del 2012


Señor Superior General

Señor Primer Asistente

Señor Segundo Asistente


Después de algunos meses, como muchos lo dicen, el Consejo general de la FSSPX considera seriamente las proposiciones romanas en vista de un acuerdo práctico, siendo un hecho que las discusiones doctrinales del 2009 al 2011 han probado que un acuerdo doctrinal es imposible con la Roma actual. Por medio de esta carta los tres obispos de la FSSPX que no son parte del Consejo General desean hacerle saber, con todo el respeto que conviene, la unanimidad de su oposición formal a cualquier acuerdo semejante.


Por supuesto, de ambos lados de la división actual entre la Iglesia Conciliar y la FSSPX, muchos desean rehacer la unidad católica. Honor a esas personas tanto de una parte como de otra. Pero la realidad dominante y ante la cual todos estos sinceros deseos deben ceder, es que desde el Vaticano II las autoridades oficiales de la Iglesia se han separado de la verdad católica y hoy en día ellas se muestran tan determinadas como siempre a permanecer fieles a la doctrina y práctica Conciliares. Las discusiones romanas, el preámbulo doctrinal y Asís III son ejemplos deslumbrantes.


El problema planteado a los católicos por el concilio Vaticano II es profundo. En una conferencia que pareciera haber sido como el último testamento doctrinal de Monseñor Lefebvre, impartida a los sacerdotes de su Fraternidad en Ecône medio año antes de su muerte, después de haber resumido la historia del catolicismo liberal saliente de la Revolución francesa, recordó como los Papas combatieron siempre esta tentativa de reconciliación entre la Iglesia y el mundo moderno, y declaró que el combate de la Fraternidad contra el Vaticano II era exactamente el mismo combate. Concluyó:


« Entre mas se analizan los documentos del Vaticano II y su interpretación por las autoridades de la Iglesia, mas nos damos cuenta que no se trata de errores superficiales ni de algunos errores particulares como el ecumenismo, la libertad religiosa, la colegialidad, sino más bien de una perversión total del espíritu, de toda una filosofía nueva fundada sobre el subjetivismo… Esto es muy grave! Una perversión total!… Esto es verdaderamente espantoso »


Ahora bien, ¿el pensamiento de Benedicto XVI es mejor comparado con el de Juan Pablo II? Basta leer el estudio de uno de nosotros sobre La Foi au Péril de la Raison para darse cuenta que el pensamiento del Papa actual está igualmente impregnado de subjetivismo. Es toda la fantasía subjetiva del hombre en el lugar de la realidad objetiva de Dios. Es toda la religión católica sumisa al mundo moderno. ¿Cómo se puede creer que un acuerdo práctico pueda arreglar un problema semejante?


Pero, se nos dirá, Benedicto XVI es bondadoso hacia la Fraternidad y su doctrina. En tanto que subjetivista puede serlo, porque los liberales subjetivistas pueden tolerar la misma verdad pero no si ella se rehusa a tolerar el error. El nos aceptará en el marco de un pluralismo relativista y dialéctico, a condición de permanecer en la “plena comunión” hacia la autoridad y hacia las otras “realidades eclesiales”. He aquí el por qué las autoridades pueden tolerar que la Fraternidad continúe enseñando la doctrina católica, pero no soportarán absolutamente que ella condene a la doctrina conciliar. He aquí el por qué un acuerdo incluso puramente práctico haría necesaria y progresivamente callar, por parte de la Fraternidad, toda crítica del concilio o de la nueva misa. Dejando de atacar estas victorias que son las más importantes de la Revolución, la pobre Fraternidad cesaría necesariamente de oponerse a la apostasía universal de nuestra lamentable época y se hundiría ella misma. En última instancia, ¿quién nos garantizará de permanecer tal cual somos protegiéndonos de la curia romana y de los obispos? ¿El Papa Benedicto XVI?


Por mas que se niegue, este deslizamiento es inevitable. ¿No se ven ya en la Fraternidad los síntomas de esta disminución en la confesión de la Fe? Hoy en día, desgraciadamente, es lo contrario que sería “anormal” Justo antes de las Consagraciones de 1988 cuando numerosas personas valientes insistían a Monseñor Lefebvre para que hiciera un acuerdo práctico con Roma que abriría un gran campo de apostolado, el dijo su pensamiento a los cuatro consagrandos: Un gran campo de apostolado puede ser, pero en la ambigüedad y siguiendo dos direcciones opuestas a la vez, lo que habría terminado pudriéndonos”


¿Cómo obedecer y continuar predicando toda la verdad? ¿Cómo hacer un acuerdo sin que la Fraternidad se pudriera en la contradicción?


Y cuando un año mas tarde, Roma parecía hacer verdaderos gestos de benevolencia hacia la Tradición, Monseñor Lefebvre todavía desconfiaba. El temía que no se tratara mas que de


“maniobras para separar de nosotros el mas grande número de fieles posible. He aquí la perspectiva por la cual parecen ceder todavía un poco más e incluso ir más lejos. Debemos absolutamente convencer a nuestras gentes que no se trata mas que de una maniobra, que es peligroso meterse entre las manos de los obispos conciliares y de la Roma modernista. Es el peligro más grande que amenaza a nuestra gente. Si nosotros luchamos desde hace 20 años para resistir a los errores conciliares, no fue para ponernos ahora entre las manos de aquellos que profesan errores”


Siguiendo a Monseñor Lefebvre, el propósito de la Fraternidad es, mas que denunciar los errores por su nombre, de oponerse eficaz y públicamente a las autoridades romanas que los difunden. ¿Cómo se podría conciliar un acuerdo y una resistencia pública a las autoridades, entre ellas, al Papa? Y después de haber luchado durante más de cuarenta años,¿ la Fraternidad deberá ahora ponerse entre las manos de modernistas y liberales de los cuales acabamos de constatar su pertinacia?


Monseñor, Padres, pongan atención, ustedes conducen a la Fraternidad a un punto sin retorno, a una profunda división sin marcha atrás y, si ustedes llegan a un tal acuerdo, a poderosas fuerzas destructivas que Ella no soportará. Si hasta el presente los obispos de la Fraternidad la han protegido, es precisamente porque Monseñor Lefebvre rechazó un acuerdo práctico. Puesto que la situación no ha cambiado substancialmente; puesto que la condición emitida por el Capítulo del 2006 no se ha realizado (cambio de rumbo por parte de Roma que permita un acuerdo práctico), escuchen de nuevo a su Fundador. El tuvo razón hace 25 años. Todavía tiene razón hoy. En su nombre, los conjuramos: no comprometan a la Fraternidad en un acuerdo puramente práctico.


Con nuestros saludos mas cordiales y fraternales, en Cristo y María,


Mgr. Alfonso de Galarreta


Mgr. Bernard Tissier de Mallerais


Mgr. Richard Williamson


(Traducción de Radio Cristiandad)



La Roma modernista festeja con champagne!.La discrepancia y el "cisma" en la Fsspx están decretadas.Las dos facciones la del "acuerdismo practico" y la "atrincheramiento" están sobre la mesa.Solo queda esperar la respuesta a las acciones de Monseñor Fellay cuando realmente todo este cumplido,de parte de estos obispos y de parte de los fieles también.Muy fácil es hablar pero mas difícil es hacer.
Los sedevacantistas desde un principio señalaron (a pesar de la discrepancia teológica con respecto al papado) que la Fsspx corría el riesgo de un acuerdo practico, en consonancia con su postura teológica con respecto a la Iglesia de Jesucristo confundida hartas veces,(en favor de conservar la autoridad papal) con la Iglesia Montiniana,novus ordo o apostata.Pero como la fraternidad no es la Gran Cartuja,Nunquam reformata quia nunquam deformataNunca reformadas (las reglas) porque nunca deformadas,(y hoy ni ellos se salvan);muerto su fundador Monseñor Marcel Lefebvre,las posturas empezaron a decaer demostrando el peso de la autoridad de este gran obispo.Pocos sacerdotes se dieron cuenta de que "la agonia empezaba",ni que hablar de los fieles.Los sacerdotes "reveldes" fueron expulsados o puestos en una situación de ostracismo y difamación que era insostenible,es por eso que algunos sacerdotes fieles a sus principios de defensa de la Tradicion dimitieron voluntariamente,seguidos en su partida de un río de juicios temerarios,difamaciones y atropello a su honra sacerdotal como a su respeto como cristiano.Mientras tanto las negociaciones avanzaban y estos tres mismos obispos que hoy aqui suscriben festejaron con un "Te Deum" el levantamiento de excomuniones,y dejando (a pesar de decir que festejaban el "decreto", no el "levantamiento" que tenían como inicuo por no haber excomuniones reales) entreveer para todo juicio sencillo y practico que ellos reconocían tácitamente sus excomuniones,que festejaban salir de ese estado y que reconocían que su fundador MURIÓ EXCOMULGADO,es decir,FUERA DE LA IGLESIA, acto seguido  combatieron a los "difamadores" que salian a la critica de las acciones de acuerdismo,poniendo a los fieles en guardia y a los sacerdotes prohibiéndoles hasta dar los santos sacramentos a los "difamadores" y ni hablar de tener trato con los cabecillas,es decir los "sacerdotes renegados" salidos de sus filas.Elogios al "papa conservador","cadenas de rosarios,Motu Propio,Asis III....cuantas verdades calladas y socabadas en defensa de los propios intereses y no de la salvaguardia de la fe.

Sin embargo cuando la lluvia ya es inminente,salen estos tres obispos a levantar su voz,y con ellos seguramente los fieles que so pretexto de prudencia cayaron y obedecieron durante todo el proceso.Nadie es juez de nadie,y nada pasa por fuerza de hombre..todo va siguiendo el dedo de Nuestro Señor y sus designios para estos últimos tiempos.Es evidente que el plan del modernismo es desarticular la SSPX por ser la mas grande organización religiosa en oposición al concilio vaticano y sus garras modernas,los demás tradicionales sean sedevacantistas(los cuales se encuentran sumamente divididos por diferencias teológicas y miserias humanas) o los de la "tesis"con su plan de "Quietismo" no figuran gran peligro para la logia vaticana.

Solo queda esperar a que el modernismo destruya lo que debe destruir....,y separe el "fariseismo tradicional",del verdadero Católico tradicional que lucha por conservar la Fe,en la inhóspita trinchera,a la espera de la venida de Nuestro Señor Jesucristo en Gloria y Magestad!

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